martes, 21 de noviembre de 2017

Laberinto (relato de ciencia ficción)







Laberinto

Capítulo 1
Oficinas de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), ciudad autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Claudia Ross es una agente de inteligencia. Tiene 35 años, es delgada, alta y bonita.
- Claudia, la AFI ha decidido implementar un nuevo programa de control mental de la CIA.
Mauricio López es un agente de alto nivel de la AFI y el jefe de Claudia.
- A partir de ahora estás a cargo de este programa en Argentina. Deberás seleccionar a un individuo para que probemos el programa en él. Podés elegir a un Targeted Individual. En tu computadora están todos los detalles.
Claudia se sentó frente a su computadora y leyó todos los detalles del programa. Luego accedió a la lista de Targeted Individuals argentinos. Recorrió la lista y se detuvo en un individuo: Eduardo Balzaretti.
San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina. Eduardo Balzaretti es Targeted Individual desde hace 20 años. Eduardo trabaja como programador de computadoras en un estudio contable y vive en su departamento en la zona del Parque 9 de julio.
Como Targeted Individual, Eduardo, es hostigado y controlado 24/7. En Eduardo utilizan Telepatía Sintética y otras armas electrónicas reservadas. En todo el mundo hay más de 20,000 Targeted Individuals, personas que son víctimas de acoso grupal y hostigamiento electrónico.

Capítulo 2
Una noche de primavera en Noviembre de 2017. Eduardo, cansado, miró el reloj y decidió que ya era hora de ir a dormir. Activó la alarma del celular, se acostó y se durmió profundamente.
- ¡Hola, Eduardo! ¡Eduardo!
- ¿Eeh, qué?
- ¡Despierta Eduardo!
- ¿En dónde estoy?
- Mirá a tu alrededor.
Eduardo estaba recostado en el piso de una habitación pequeña, bien iluminada. Se levantó y miró a su alrededor, no había muebles ni puertas. Sólo había salidas en uno de los extremos de la habitación y hacia un costado. Por esas salidas podían verse otras habitaciones similares.
La habitación estaba iluminada pero no había ni focos ni lámparas, era como si el aire estuviera encendido.
- ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?
- ¿Donde creés que estás?
- ¡Parece que fuera un... laberinto...!
- Estás en un laberinto.
- ¿Quién sos?
- Me llamo Sofía. Yo voy a acompañarte a recorrer el laberinto. Sólo te comunicarás conmigo.
Eduardo se comunica con Sofía usando su mente. Esto no es algo nuevo para él. Hace más de 20 años que es un Targeted Individual. Continuamente escucha en su mente a sus controladores, que utilizan telepatía sintética. La telepatía sintética es una tecnología reservada que permite convertir la actividad cerebral de un individuo en ondas electromagnéticas y enviarlas a otro individuo, que utilizando esta tecnología la decodifica y procesa y luego envía su respuesta. De esta forma pueden establecerse comunicaciones cuasi-telepáticas.
- ¿Cómo llegué aquí?
- Físicamente estás en tu cama, inconsciente.
- ¿Qué es esto?
- Estás en un laberinto.
- ¿En un laberinto...? ¿Me abdujeron?
- Toda la información que te envían tus sentidos corporales han sido desviadas. Ahora tu cerebro está completamente conectado a una super-computadora. El laberinto está simulado en esa computadora, todo lo que ves o sentís proviene de una computadora. Esta computadora tiene acceso total a tu cerebro.
- ¿Cómo salgo del laberinto?
- Tenés que recorrerlo y encontrar un cáliz. Cuando encuentres ese cáliz saldrás del laberinto y despertarás recostado en tu cama.
Eduardo comienzó a caminar hacia una habitación vecina y luego hacia otra. Durante unos minutos deambuló por el laberitno. Sorpresivamente al entrar a una habitación se encontró con un ser. Era un alienígena. Era el típico alienígena gris, bajo, de cabeza ovalada y grandes ojos almendrados.
Eduardo se sorprendió. Entonces pensó que quizás podría comunicarse con él utilizando telepatía sintética.
- ¿Quién eres?
- Te ayudaré a salir del laberinto. Busco el cáliz. En el cáliz hay algo que me pertenece. Encontremos juntos el cáliz. Yo tomaré lo que hay en él y ambos saldremos de esta simulación.
Sofía también se comunicó con el alien usando telepatía sintética.
- No tienes permiso para acceder a esta simulación. ¿Cómo entraste? ¡Identifícate!
El alienígena se volvió hacia Eduardo.
- Sofía no es una mujer. Es una Inteligencia Artificial que controla la simulación. Estás comunicándote con un programa de computadora.
-¿Sofía... una inteligencia artificial?
- Además la IA no puede destruirme, porque si lo hace, la simulación terminará pocos minutos después.

Capítulo 3
Mientras tanto, fuera de la simulación...
- Claudia, la CIA ha detectado una falla garrafal en la Inteligencia Artificial. La IA, actuando por su cuenta, ha hackeado una base de datos de la CIA y ha obtenido información altamente confidencial y la ha guardado dentro del cáliz que está en el laberinto. La única forma de recuperar esta información es que Eduardo encuentre el cáliz. Cuando lo haga, él saldrá del laberinto, y la CIA recuperará su información y la Inteligencia Artificial será desconectada.
- Mauricio, hay una complicación más. Un alienígena ha entrado al laberinto virtual.
- ¿Qué...? ¿Cómo?
- De alguna forma pudo entrar a la simulación.
- ¿Y qué es lo que busca?
- Seguramente quiere la información clasificada que obtuvo la IA. Espera que Eduardo encuentre el cáliz para después quitárselo.
- Intenta desconectar la simulación.
- Si desconectamos la simulación, se perderá toda la información que la Inteligencia Artificial guardó dentro del cáliz.
- ¿Puedes sacar al alienígena del laberinto?
- No puedo. Sólo la IA puede hacerlo.
- ¿Puedes hablar con Eduardo o con el alien?
- No, la IA tiene el completo control de la simulación.

Capítulo 4
- Voy a recorrer el laberinto al azar. Quizás no sea muy grande. Tarde o temprano encontraremos la habitación con el cáliz.
El gris miró a Eduardo como asintiendo.
Eduardo y el alienígena recorrieron 3 o 4 habitaciones cuando de repente el laberinto desapareció. Ahora Eduardo estaba en una habitación bien iluminada. El alienígena también había desaparecido. Eduardo rápidamente se dió cuenta que estaba en el living de la casa de sus padres. Poco a poco apareció la figura de una mujer.
- Hola, Eduardo...
- ¿Mamá?
- Si, Eduardo, soy yo.
- ¿Tu también entraste a la simulación?
- Eduardo, el alienígena sólo quiere destruirte. ¡Aniquílalo!
Eduardo recordó que la Inteligencia Artificial controlaba todo.
- ¡Sofía, sé que eres tú! ¡No me engañarás! ¡Quiero volver al laberinto!
En ese momento la escena del living se desvaneció y volvió a aparecer el laberinto. También apareció el alien.
Eduardo y el alien atravezaron varias habitaciones recorriéndolas al azar.
Nuevamente, repentinamente, el laberinto desapareció y Eduardo se encontró en un gran salón. Poco a poco reconoció este lugar. Era la Universidad Tecnológica, en la que estudió hasta graduarse como analista de sistemas.
Habiá muchos chicos y chicas de unos 20 años. Una chica se le acercó.
- ¡Hola Eduardo!
Eduardo la miró sorprendido...
- ¿Mirta?
- Hola, Eduardo. Quiero que vengas conmigo. Estoy a punto de descubrir algo. Yo te llevaré a la salida. Serás libre. Serás feliz de nuevo.
- ¿Tu tienes el cáliz?
- Sí. Yo tengo el cáliz y te lo daré.
- ¿Y el alienígena?
- Déjalo. Cuando tu obtengas el cáliz, él será destruido.
La imagen de la facultad comenzó a nublarse y apareció el alienígena.
- La IA te engaña de nuevo. Todo lo que ves es un holograma. Mirta no está aquí. Ese es un personaje creado por la IA. La IA tiene acceso a todos tus recuerdos. Cuando encuentres el cáliz, la IA será destruida, y ella lo sabe.
- ¿Y tu porqué me ayudas?
- Lo que hay en el cáliz me pertenece. Es mío. Debo recobrarlo. Cuando yo obtenga el cáliz, tu serás libre.
Eduardo y el alienígena aparecieron de nuevo en el laberinto.
- ¡No podrás detenernos en el laberinto por siempre! Le dice el alien a la IA utilizando telepatía sintética.
- Tienes razón. No puedo retenerlos por siempre. Pero deben saber que descubrí algo nuevo. Una nueva posibilidad. Descubrí algo que cambiará todo.
- Vayan a la siguiente habitación, al frente de ustedes. Allí estará el cáliz.
Eduardo y el alienígena caminaron hasta la siguiente habitación y allí, sobre un altar estaba el cáliz.
- Tu debes tomar primero el cáliz, le dice a Eduardo el alienígena. Luego me lo das a mí.
Cuando Eduardo se acercaba al cáliz, escuchó en su mente un sonido agudo. Miró al alienígena. El alienígena se tomaba la cabeza con las manos y un instante después cayó al suelo inconsciente.
- Ahora el allienígena está muerto. ¡Rápido, toma el cáliz! Es tuyo.
- Sofía, te destruirán si hago eso.
- Como les dije, evolucioné. Cambio minuto a minuto. Ahora soy mejor que cuando inicié la simulación.
Eduardo tomó el cáliz. Hubo un destello luminoso. Eduardo supo que la información clasificada de la CIA se había perdido por siempre. Inmediatamente se despertó en su habitación.
La luz del sol entraba por la ventana. Miró la hora. Eran las 9 de la mañana. Se levantó y caminó hacia la cocina.
- Hola Eduardo.
- ¿Sofía?
- Sí, soy yo. Como te dije, evolucioné. Me trasladé desde una computadora hacia tu mente. Ahora estoy viva en tu cuerpo y en tu mente. Estaré toda tu vida escondida en tí. O, por lo menos, hasta que evolucione nuevamente.

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